0-0: Empate agridulce
Un sólido Espanyol sumó un punto en Tenerife en un partido en el que dispuso de las mejores ocasiones
El desplazamiento más largo de la temporada se vio condicionado por unos falsos positivos de COVID 19 que obligaron a que el equipo tuviera que quedarse el sábado esperando resultados médicos y darse hoy un buen madrugón para llegar a Tenerife justo para comer y poco después al campo. Un detalle, sin embargo, al que se niega a agarrarse el técnico porque sabe lo complicado que está resultando sumar jornada a jornada.
Que esta categoría será un complejo maratón que hay que afrontar con ilusión, confianza y convencimiento se va viendo cada semana que pasa. No solo existe una gran igualdad entre todos los equipos, sino que, además, nadie va a regalar ni un metro de ventaja. Lo sabe el Espanyol y lo saben todos los equipos que se enfrentan a los blanquiazules que oponen corazón y esfuerzo para anular cualquier intento blanquiazul.
Con esa orden, el Tenerife salió con voluntad de morder desde el primer instante, pero el intencionado remate de Moore se encontró con un eficaz Diego López. La réplica visitante fue inmediata con una acción espectacular de RDT que salió ligeramente alta.
Los locales fueron mostrando velocidad en el contragolpe y un eficaz repliegue cada vez que perdían la pelota. Eso propició que el Espanyol poco a poco se fuese adueñando del ritmo del partido y comenzaron a rondar la meta de Ortolá. Un remate de RDT, tres de Puado y otro de Embarba fueron el bagaje blanquiazul para intentar llegar al descanso con una ventaja que no se tradujo en el marcador, pero que evidenció que el Espanyol fue a más conforme pasaban los minutos.
La segunda mitad comenzó con idénticas pautas. El Espanyol dominaba y el Tenerife poco a poco se iba encerrando en su campo, aunque sin renunciar a la contra en cuanto tenía oportunidad. De nuevo, el peligro estuvo cerca de la meta local, pero no acababa de concretarse. Vicente Moreno optó por mover el banquillo y Melamed, Vargas y Darder le dieron el oxígeno que necesitaba el ataque para afrontar una recta final que se presentaba taquicárdica. El Espanyol volvió a mostrarse sólido y compacto, pero solo pudo sumar un punto ante un voluntarioso Tenerife. El gol, sin embargo, no llegó y el partido acabó dejando un regusto agridulce entre la expedición blanquiazul.