0-2: Premio al trabajo
El Espanyol logra su segunda victoria consecutiva a domicilio con un doblete de Roberto
Balaídos acogía un partido entre dos equipos en un buen momento y con la ambición de acercarse a sus respectivos objetivos. Manolo González aplicó una vieja norma -no tocar lo que funciona- y dio continuidad al once que se impuso de manera brillante al Rayo Vallecano (0-4). El Espanyol arrancó algo tímido, bien en defensa, bastante solvente con balón, pero le faltó algo de verticalidad en ciertos momentos para asustar al equipo local, obligado a realizar un tempranero cambio por la lesión de Starfelt. Sólo una acción de Romero, que buscó continuamente los desmarques por banda izquierda, terminó con una buena oportunidad para Roca y Roberto.
El Celta parecía tener cierto control del partido aunque bastante inofensivo en ataque. Los dos entrenadores, dos grandes estrategas, demostraron tener muy bien estudiados a sus oponentes. Sin embargo, dentro de la batalla táctica, el Espanyol pegó el primer golpe serio. Una buena acción entre Romero y Puado acabó en los pies de un avispado Roberto, más pícaro que Marcos Alonso. Cuarto gol del delantero andaluz y segunda semana consecutiva marcando. El conjunto perico vivió sus mejores minutos y Edu Expósito perdonó el segundo tras una gran jugada de El Hilali. A Puado, bloqueado por un oponente, le faltó un dedo para rematar un cabezazo de Lele Cabrera al segundo palo. El Espanyol olía sangre, pero le faltó rematar aunque dejó muy buenas sensaciones en el primer tiempo.
Král sustituyó al amonestado Pol Lozano en el inicio del segundo tiempo, aunque el plan de partido no cambió en exceso. El Espanyol sabía que su rival iba a tener la posesión, a tocar y a intentar encerrarle en su área. El equipo continuó ofreciendo una imagen muy seria y, cómo no, cuando amenazó el Celta, apareció Joan García para hacer de las suyas. El portero fue providencial para evitar el gol del empate de los vigueses. Los de Manolo González tenían muy claro qué hacer y así llegó el segundo del partido. Un pase en largo de Cabrera lo aprovechó Roberto, más listo de nuevo que los centrales, para superar a Guaita. El Celta fue con todo en los minutos finales pero un sólido Espanyol, y el larguero, logró mantener el resultado y sumar la segunda victoria consecutiva a domicilio.