“Me quedo con su esfuerzo e ilusión”
Marc Olivet, técnico del Benjamín A, reconoce que el título significa “una gran alegría” para todos
El Benjamín A se ha proclamado campeón de liga en la temporada más atípica de la historia. El conjunto blanquiazul ha logrado el título en unas circunstancias especiales y en una temporada marcada por los efectos de la COVID-19. El entrenador perico, Marc Olivet, ha destacado la ilusión que ha mostrado el grupo durante toda la temporada y ha remarcado que ha sido un año de muchos aprendizajes.
“El título significa una gran alegría y una recompensa por cómo han entrenado y competido. Después de un año tan complicado se merecían este premio”, ha asegurado Marc Olivet. El preparador espanyolista ha remarcado que ha sido una temporada complicada “por los diferentes parones” y ha desvelado que el equipo también ha entrenado menos de lo habitual. “La COVID-19 y sus efectos nos han condicionado mucho. Ha habido parones, hemos entrenado menos de lo habitual e incluso menos que nuestros rivales por las restricciones”, ha explicado. En este sentido, ha añadido que uno de los aspectos más complicados ha sido “tratar de mantener conectados a los niños con el club y con nosotros las semanas que no podíamos estar juntos”.
Estas circunstancias tan excepcionales han tenido alguna connotación positiva. “Sobre todo hemos aprendido a sobreponernos a las situaciones complicadas que han ido apareciendo. Acabamos la pretemporada, jugamos el primer partido de liga ante el FC Barcelona y luego llegó el parón. Entrenamos y volvimos a parar. El campeonato se reinició en marzo con un partido complicadísimo frente a la DAMM con poco más de una semana de entrenamientos. Jugamos tres partidos seguidos fuera de casa debido al calendario… Sobreponerse a estas dificultades tiene mucho mérito”.
Por último, Olivet ha señalado que se queda “con todo el esfuerzo y la gran ilusión” que han mostrado los jugadores. “Llegaban unos 20-25 minutos antes a los entrenamientos. Cogían una pelota, se ponían en una esquina sin molestar al resto de equipos que estaban entrenando y se ponían a hacer un rondo. ¡Había que verles cómo se lo pasaban y cómo disfrutaban! Esas ganas de mejorar y de quereres aprender más allá de ganar o perder, como entrenador, te llenan de alegría”, ha concluido.