“Habrá que remar hasta con las orejas”
Luis García repasa cómo está desarrollándose la pretemporada y asegura que asume la responsabilidad para lograr el objetivo
Sus declaraciones emanan espanyolismo. Desde que llegó en 2005, como jugador, Luis García se ha convertido en un icono del club, en un referente. Sus palabras reflejan los pensamientos y las sensaciones de los pericos. Tras hacerse cargo del equipo en un momento delicado, Luis García inicia la temporada 23-24 mentalizado y centrado únicamente en lograr el ascenso con su Espanyol.
“Cuando me llamó el Espanyol lo primero que me vino a la cabeza fue que cumplía el sueño de volver al club que me dio todo como jugador. Sé que tengo una gran responsabilidad, pero lo asumo con la ilusión de sacarlo adelante. La pasada campaña no fue posible salvar la categoría, pero iniciamos ésta con la ilusión multiplicada por la confianza en el trabajo, por nuestra apuesto de juego y por el amor por el club”, ha resumido Luis García en una entrevista a los medios oficiales del club.
Luis insiste en que ve al grupo “muy mentalizado y fuerte” y subraya que la plantilla y el cuerpo técnico son conscientes de la responsabilidad que tienen. “Tenemos que devolver a un club con mucha historia a Primera, aunque nos espera una categoría muy complicada y larga”. En este sentido, el asturiano ha dejado claro que “ni el escudo ni la historia nos van a dar el ascenso”. “El escudo es la leche, la historia también, pero la historia y el escudo no juegan cada día. Hay que ser conscientes de que nos vamos a encontrar una categoría tremendamente larga, muy exigente y en la que pasaremos por diferentes momentos”, ha añadido. Ahondando más en esta reflexión y haciéndose eco de las palabras del director deportivo, Fran Garagarza, Luis ha asegurado que “nos tocará remar con remos, brazos, piernas y hasta con las orejas, porque el camino va a ser largo. El ascenso no se va a conseguir en diciembre, ni en marzo. Hay que ser pacientes, conscientes y exigente en el día a día”.
El técnico asturiano ha explicado que las pretemporadas son claves “para cargar a nivel físico y coger un buen tono para iniciar la temporada con garantías” y además ha añadido que “es muy importante poder conjuntar al equipo, conocernos, empatizar… Hay que estar unidos y saber que todos vamos a luchar por lo mismo”. Estrictamente hablando de conceptos futbolísticos, ha reconocido que estos días de concentración son muy positivos para “reforzar conceptos sobre nuestra idea de juego y otros aspectos que no pudimos trabajar con tiempo”.
En un capítulo más personal, Luis García ha hablado de sus diferentes funciones como entrenador. “Se nos ve como entrenadores, pero tenemos que hacer de psicólogos, de padres con los chicos que vienen de abajo, de consejero… Tenemos que estar cerca del jugador y entrenar. No es fácil gestionar un grupo, porque cada jugador es diferente, pero lo primero siempre es la persona y luego, el futbolista”, ha resumido. En sus reflexiones no esconde que es una persona que siempre ha vivido “al límite” involucrándose “al máximo”, aunque ha puntualizado que el Espanyol es “diferente y especial”. “Se me pone la piel de gallina cuando hablo del Espanyol. Es un sentimiento inexplicable; me lo ha dado todo”, ha sentenciado.
Por supuesto, no ha querido olvidarse de la afición a quien siempre ha tenido en alta estima. Sabe que poco más se le puede pedir y apela al equipo a encender la llama: “Solo puede decir que sigan siendo ellos mismos. Nos ayudan una barbaridad y se nota cuando están en el estadio, cuando empujan. El equipo tiene que darle, porque el estadio solo necesita una chispa”.